EL ARRAIGO DE MI NIÑEZ
4. VIAJES EN BOTE
4.
VIAJES EN BOTE
Autor:
José Dolores
«Don Lolo»
Sequeira Romero
Se salía a las cuatro de la mañana de un lunes, por ejemplo, y se llegaba a la costa de San Carlos de Nicaragua entre cinco y seis de la tarde, hora a la que
A esa edad temprana [13], ya acompañaba a mi abuelito a los viajes que hacía a Nicaragua. Lo hacíamos en bote o piragua con canalete o también llamado remo.
¡Ni qué decir de la cantidad de zancudos que había, que con su zumbido nos indicaban que estaban afuera esperándonos! Llevábamos yuca, plátanos, pieles de lagarto
cerraban la frontera. Y si llegábamos después de esa hora, entonces había que dormir debajo de los árboles en la costa con mosquiteros que llevábamos.
pescado seco de guapote y de allá se traía sal, canfín, mango, jocotes, y otras frutas de la época en Nicaragua.
Para el viaje mi abuelita y mi mamá nos alistaban
(el resto del cuerpo del animal no se aprovechaba).
Había abundancia de peces en Caño Blanco. Sí, en tiempo de verano se llevaba a vender
Para el regreso sí salíamos como a las dos de la tarde del martes. Dormíamos y comíamos en Los Chiles donde una viejita, que nos daba hospedaje. Si salíamos el miércoles
suficiente miel de caña y pinolillo (para tomar). El agua se cogía la necesaria del río. Para comer: arroz, frijoles y muchas tortillas. Estas últimas nos daba para los dos días de viaje.
Luego con un mosquitero pasábamos la noche en los bancos de arena, donde una familia que tenía mucho ganado, y bajando por la boca del Sabogal
comprábamos queso y natilla en la boca de Sabogal, y comíamos tortilla, queso, natilla y pinolillo con la miel de caña, y agua del río. Una buena bebida.
A la distancia veo el bosque de donde saqué los pilares de la primera casa que hice yo. Los corté en tiempo seco y en una de estas llenas, metí el bote y las embalsé
llegábamos al Río Frío. Las aguas de ida eran de bajada. Lo más duro era subir el río, pero usábamos desvíos en la llanura para acortar camino.
y las jalé con el bote.